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Danzas

.Hace ya tres años me sume como voluntaria al Centro Cultural Comunitario Caraguata, fui recibida con los brazos y con los corazones abiertos, no solo por los integrantes de este hermoso proyecto si no por los que nos motivan día a día y por los que trabajamos incansablemente, los chicos que viven en el arroyo Caraguata.

Cada clase tiene objetivos que cumplir, incorpore a la metodología de clases desde un primer momento el Ballet Clásico, disciplina muy estructurada que no es fácil, no solo por su técnica sino porque muchas veces los chicos no se sienten  a gusto en la barra o recordando los nombres de los pasos en francés, pero para mis sorpresa desde hace tres años cada sábado las nenas me dicen  con énfasis y casi exigiéndome: - Seño hoy queremos hacer Ballet!

Toda la técnica aprendida en el Ballet, como estirar pies, rodillas y mantener la cabeza erguida se ve reflejada en cada uno de los distintos ritmos que aprendemos y hay un detalle que es muy importante y que vale la pena mencionar, en el Centro  Cultural los chicos aprenden música por lo que se ve reflejada la musicalidad y el ritmo de una manera sorprendente y pasamos de una chacarera a un reggaetón  en un abrir y cerrar de ojos, es sorprendente!!!

 

Ya aprendimos a bailar muchos ritmos de folklore como la chacarera, la chacarera doble, el gato, el escondido, el bailecito y vamos por más! También dimos los primeros pasos de tango, estamos preparando una Mazurca de Chopin, aprendemos danzas Arabes  y una comedia musical muy divertida donde  tomamos clases de canto e incorporamos lo que los chicos aprenden en las clases de teatro, todo un desafío!

Este año llego un grupo de pequeños muy chiquitos que necesitan tener su espacio, con ellos hacemos juegos coreográficos, bailamos, cantamos con canciones infantiles y

soñamos que nos convertimos en señoras vacas, trenes y payasos plin plin.

Cada sábado es un nuevo desafío, llego con muchas expectativas, los chicos sorprenden y proponen todo el tiempo, nunca sabes hasta donde podes llegar y me voy con muchas ideas nuevas que llevo a casa, las trabajo en la semana y vuelven a la isla convertidas en sueños, en risas y mucho amor.

 

Gabriela Ramallo, profesora de danzas

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